Zagreb

Entre las ciudades de Europa Central, Zagreb no sobresale por su belleza, ni por tener grandes monumentos históricos. Sin embargo la capital de Croacia es de esos sitios que no se olvidan. Creo que la ciudad es un ejemplo muy cabal de cuánto pesa la gente para que un sitio se vuelva imborrable. ¿Qué es lo que seduce de Zabreb? A mí me fascinó la religiosidad de su gente. Los croatas son católicos muy devotos, y si bien esto se ve en cualquier sitio del país, resulta conmovedor verlo en la capital, una ciudad que desde 1991 –cuando fue elegida como capital de Croacia- cada día se torna más cosmopolita. Entre la modernidad (que luego de la guerra está cambiando el rostro de toda Croacia a pasos agigantados), pero aferrados a las más añejas tradiciones, la gente mayor de Zagreb va a las iglesias vestida enteramente de negro. Las calles están salpicadas de imágenes y pequeños altares, los que siempre están iluminados con cientos de velas. Entrar en la iglesia de San Blas, en la gótica catedral de Zagreb, en la iglesia de San Marcos o en la de San Francisco, es una experiencia única. La devoción de la gente no sólo se ve, sino que se siente en la piel y emociona.

Zagreb, capital de Croacia, es una ciudad con un casco antiguo pequeño (se puede ver en un día o dos) muy tranquila. Escogimos pasar por allí porque estaba muy bien conectada en tren, sin embargo nos encantó. Se notaba un cierto silencio al pasear raro para una capital, muy distinto de las demás capitales europeas. Es increíble lo rápido que han crecido, pensando sobre todo que no hace mucho estaban en guerra.

Nota: El albergue de HiHostels es genial, a buen precio, a 2 minutos andando de la estación de trenes, y en el casco antiguo de la ciudad.

Esta es la capital de Croacia y es la mejor de todas las que he visitado en este país, contrario a lo que dicen los que escriben en la Internet. Se miente mucho en la red y se des informa a la gente con mentiras solo para beneficiar a determinado punto comercial. He leído por ahí, que la visita a Zagreb se puede saltar o como mucho dedicarle una o dos noches a esta ciudad. Mentira, mentira, mentira.
Es más grande, más organizada, más barata, más y mejores museos, restaurantes, terrazas, cafeterías y lo mejor de todos los precios son mucho más asequibles.

Los restaurantes son más variados y menos caros. Yo diría que un tercio de lo que son los precios en Dubrovnik y Split. El transporte por igual es más variado y abundante, con tranvías, autobuses y taxis.