Como uno de los principales destinos turísticos del norte de España, los viajes a León fusionan lo moderno con lo histórico. Fue fundada en el año 29 a.C. como un campamento romano, y llegó a su máximo esplendor durante la Edad Media. Hoy en día, es una capital de provincia moderna y vibrante. Visitar León durante la Semana Santa es una gran opción, pues sus celebraciones durante esta época del año son numerosas y muy famosas. Además, es una parada clave en el Camino de Santiago y una ciudad universitaria con gran cantidad de actividades de ocio.
Para conocer León es imprescindible recorrer las calles de su casco histórico, famoso por su muestra de arquitectura romana, medieval y modernista. La estrella es la Catedral de Santa María de Regla, del siglo XIII y famosa por sus impresionantes vidrieras; también es de digna de mención la Basílica de San Isidoro, conocida como la "Capilla Sixtina del Arte Románico" por sus asombrosos frescos del siglo XII en el Panteón de los Reyes.
Pese a su gran muestra arquitectónica, viajar a León no es sólo visitar monumentos, sino también una grata experiencia gastronómica. La Plaza Mayor acoge, dos veces por semana, un mercado artesanal con las mejores conservas, hortalizas y embutidos traídos de toda la provincia; además, en el mítico Barrio Húmedo, se puede degustar la tradicional costumbre del tapeo leonés.
Fuera del casco antiguo se puede hacer turismo en León, como por ejemplo visitar el Convento de San Marcos, actualmente el Parador de León y uno de los primeros ejemplos del plateresco español, o el Paseo de Papalaguinda, que, muy próximo al río Bernesga, es uno de los pulmones de la ciudad.