En el corazón de Girona, se encuentra Lloret de Mar, una localidad famosa por sus excelentes playas y por la belleza de su casco histórico. Conocer Lloret de Mar y sus orígenes medievales es posible visitando su casco histórico, famoso también por su arquitectura modernista catalana y los yacimientos iberos que rodean el pueblo. Los viajes a Lloret de Mar se antojan de sol y playa, aprovechando su costa llena de calas y aguas cristalinas. Los amantes de la naturaleza van a poder disfrutar de la montaña próxima a la localidad.
Dentro de su amplia oferta turística, la mayoría de los visitantes prefieren viajar a Lloret de Mar en verano, pues es cuando se puede disfrutar del clima mediterráneo y de sus playas. La más grande, la Playa de Lloret, tiene más de 1 kilómetro de longitud y es muy popular entre las familias. No obstante, los alrededores ofrecen una costa con calas como Cala Banys o Cala Boadella, escondidas y encantadoras, con aguas transparentes perfectas para hacer snorkel o practicar kayak.
Otra forma de hacer turismo en Lloret de Mar por la costa es conocer la Ruta del Camino de Ronda, donde podremos conocer rincones como Cala dels Frares y gran variedad de ermitas históricas. Esta ruta está considerada como uno de los caminos más bonitos de Costa Brava.
Para visitar Lloret de Mar es importante recorrer su casco histórico, dominado por el Castillo de Sant Joan, una fortaleza construida para evitar los ataques a la ciudad, y que hoy en día ofrece la visita a la Torre del Homenaje. También es recomendable visitar sus edificios modernistas, como la gótica Iglesia de Sant Romà, con capillas modernistas del siglo XX, o el Cementerio Modernista, que alberga unas impresionantes esculturas. Para los amantes de la historia, los yacimientos arqueológicos que rodean a la localidad son casi de visita obligada, siendo el más importante el poblado ibérico de Puig Castellet, un antiguo recinto fortificado ibérico.