La ciudad de las cien torres fue construida entre colinas, por ello hoy en día los parques de Praga no sólo son rincones verdes para descansar tras un largo paseo por la ciudad, si no que también ofrecen unas vistas envidiables de la ciudad. El parque más famoso de todos es el Parque Letná, repleto de senderos por los que perderse e incluso donde se puede hacer patinaje. Al estar en una de las colinas más altas de Praga, el Parque Letná también ofrece vistas increíbles desde sus miradores y jardines de cerveza. El Monte Petrín es otro de los grandes parques de Praga and también ofrece grandes vistas.En él encontrarás la Torre de Petrín, quizás el mirador más famoso de la ciudad, así como el Laberinto de los Espejos o el impactante Monumento a las Víctimas del Comunismo. Por su lado, el Parque de Vysehrad es un parque menos conocido entre los turistas, por lo que dar un paseo tranquilo viendo el Moldava y tomar una pinta en alguna de sus terrazas es un plan ideal para huir del bullicio.
A lo largo de los siglos, palacios de diferentes estilos han ido poblando las calles de Praga y muchos de ellos fueron construidos con preciosos jardines decorados con fuentes y estatuas. En la actualidad, los jardines de Praga son rincones de una belleza singular y uno de los más famosos son los Jardines Wallenstein, localizados en el palacio de mismo nombre. En él podrás ver fuentes y estatuas de bronce decorando los caminos, pero uno de los rincones más llamativos es la pared con estalactitas artificiales, a la que deberás acercarte para poder ver sus inquietantes figuras.
Los Jardines Vrtba son otra maravilla barroca declarada Patrimonio de la Humanidad. Caminando entre matorrales recortados perfectamente al milímetro podrás ver distintas estatuas de dioses y personajes de la mitología griega. Por su lado el Jardín Vojan es un buen sitio para pasear después de ver el castillo ya que se encuentra realmente cerca. Así, podrás conocer sus simpáticos habitantes: unos preciosos pavos reales. Pero si hay unos jardines que no te puedes perder son los Jardines Franciscanos, un pequeño oasis en pleno centro lleno de flores, árboles y varios sitios para sentarse y descansar o hacer picnic.
El recinto del Castillo de Praga esconde otras de las zonas verdes más bonitas de Praga. Si paseas por el Jardín Real te encontrarás con una enorme variedad de árboles, su famosa Fuente Cantarina y varios palacios renacentistas. El Jardín del Sur forma parte también del perímetro del castillo y a su vez está formado por otros jardines conectados entre sí y dispuestos en forma de terraza por los que es una pasada caminar disfrutando de las vistas.