Los principales monumentos para visitar en Cracovia se encuentran en el corazón medieval de esta preciosa ciudad, que llegó a ser capital del país durante varios siglos. La Plaza del Mercado (Rynek Glowny) es el centro neurálgico de Cracovia. Presidiendo la plaza encontrarás la famosa Lonja de los Paños. Este espectacular edificio renacentista era el centro de intercambio comercial por excelencia de la ciudad y sus comercios recibían especias y productos de todo el mundo. En la actualidad, es el lugar perfecto para comprar un souvenir como recuerdo de tu visita a la ciudad. En la Plaza del Mercado también podrás admirar la Torre del Ayuntamiento. Esta construcción de estilo gótico es lo único que queda en pie del antiguo ayuntamiento local.
Como toda ciudad medieval, Cracovia tenía una impresionante muralla para protegerse del exterior. Todavía quedan restos de esta construcción que llegó a contar con casi 40 torres de vigilancia. La Barbacana es una impresionante construcción defensiva con una curiosa forma circular que protegía la famosa Puerta de San Florián, que llevaba hasta el Castillo de Wawel. En ambas podrás ver pequeños huecos en la roca que servían a los guardias para disparar flechas hacia el exterior.
Los principales monumentos locales se encuentran en el casco antiguo de la ciudad, pero hay una notable excepción: las Minas de sal de Wieliczka, situadas a unos 15 kilómetros de Cracovia. Este complejo, que lleva en activo desde el siglo XIII y que está formado por más de 300 kilómetros de galerías, es uno de los rincones más visitados del país. En la actualidad recorrer sus salas bajo la luz de las lámparas y admirar las instalaciones y las estatuas y esculturas de sal que las decoran es una experiencia increíble.
La historia de Cracovia está íntimamente ligada a la de la población judía, que formaba una de las mayores comunidades de Europa en la ciudad y fue atacada duramente durante la Segunda Guerra Mundial. De hecho, en el barrio de Podgórze todavía se puede visitar los restos de los muros del gueto al que confinaron los nazis a la población judía. Además, en el barrio de Kazimierz, el barrio judío de la ciudad, podrás visitar sus sinagogas más importantes. Pese haber sido casi destruidas por los nazis, aún dan testimonio de cómo era la vida de la comunidad judía antes de la guerra.