Decididos por el turismo rural debemos viajar a Férez, una localidad encantadora que pasa a ser una parada obligatoria a señalar en nuestro mapa. Perfecto destino para una escapada de día o de fin de semana, en este pueblo albaceteño encontraremos multitud de ofertas turísticas, ya busquemos una estancia tranquila o un poco más de actividad.
El turismo en Férez entrará en contacto con un pueblo de gran historia, habiéndose encontrado restos neolíticos en él y tomando mayor importancia con la llegada romana. Pero lo que más enriquece el pueblo es su mezcla en su pasado musulmán y cristiano durante la edad media, quedando impregnado en su traza urbana y su arquitectura popular.
Situado al sur de Castilla-La Mancha cuenta con un paisaje y entorno de sierra inmejorable. Esto le permite al turista disfrutar de varias rutas que conectan Férez con los pueblos más cercanos como Letur, Socovos, Elche de la Sierra, destacando la Ruta por las Sierras de Alcaraz y Segura que seguro disfrutarán hasta los más exigentes.
Cuando planifiquemos viajar a Férez no podemos olvidar apuntar en nuestro cuaderno un recordatorio para visitar la Iglesia Parroquial de la Asunción, que lleva en pie desde el siglo XVI y en la cual se pueden encontrar obras religiosas de gran interés, así como otro recordatorio para visitar el Puente de Híjar que encontraremos en la carretera en dirección a Hellín. Sin olvidar el Pantano del Cenajo, donde, si tenemos suerte y el nivel del pantano es bajo, podemos ver un puente romano que normalmente se encuentra sumergido.
Otra buena razón para hacer turismo en Férez viene de la mano de José Luis Cuerda y una de sus obras más famosas: Amanece que no es poco. Los amantes del séptimo arte no habrán dejado pasar que la localidad de Férez fue una en las que se llevó a cabo el rodaje de esta obra maestra del cine español.