Fuente-Álamo

Al viajar a Fuente-Álamo el viajero debe de conocer muy bien su ruta, pues se encuentra camino de la localidad albaceteña, que no se debe confundir con su homónima murciana. La Fuente-Álamo de La Mancha es un lugar lleno de encanto, rodeado de vides y olivos, que conserva la esencia de los pueblos manchegos.

Al hacer turismo en Fuente-Álamo sorprende su casco urbano, en el que en las calles estrechas de casas encaladas a ciertas horas del día reina el silencio, algo que se piensa imposible en las grandes ciudades. Entre el patrimonio que visitar en Fuente-Álamo, la Iglesia de San Dionisio, destaca entre todos los edificios y monumentos. De estilo neoclásico, es un buen ejemplo de la arquitectura de la región.

Pero uno de los fuertes del turismo en Fuente-Álamo son sus entornos naturales. Al caminar y explorar sus alrededores se pueden descubrir lugares tan interesantes como Las Colleras, unas especie de cuevas en las que se han encontrado restos del neolíticos o el Cerro Fortaleza, sobre el que existía un castillo, probablemente utilizado por visigodos y romanos.

También son muchas las fuentes que el viajero encontrará en su recorrido por los espacios naturales de la localidad, pues esta se levanta sobre una gran cantidad de ríos y lagunas subterráneas que, en algunas ocasiones, salen al exterior.

La Romería de San Marcos, el 25 de abril, es un buen momento para viajar a Fuente-Álamo, una festividad en la que locales y visitantes peregrinan hasta una zona de pinos conocida como El Cotico, en la que disfrutan de una jornada de alegría, comida, baile y verbena que suele durar hasta el día siguiente.

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