Tarazona de la Mancha

En el Valle del río Valdemembra se encuentra el viajero este municipio albaceteño. Viajar a Tarazona de la Mancha es viajar al corazón de Castilla la Mancha, donde se puede respirar lo manchego en cada una de sus esquinas y rincones.

Hacer turismo en Tarazona de la Mancha es sumergirse en la esencia de la región. La localidad es un magnífico ejemplo de las características y esencia de los pueblos manchegos. Su Plaza Mayor, de casas blancas con balaustradas de maderas es todo un símbolo de la ciudad. Al estilo de las plazas mayores de otros pueblos de La Mancha, rezuma encanto y también historia, pues esta no es sólo el centro neurálgico del municipio, sino que ha sido también declarada Conjunto Histórico Nacional debido a su valor.

La Plaza Mayor es el enclave perfecto en el que comenzar una ruta de turismo en Tarazona de la Mancha o en el que parar a descansar y reponer fuerzas antes de continuar hacia lugares como la Iglesia de San Bartolomé, el Ayuntamiento o la más retirada Ermita de San Antonio Abad.

En los alrededores, una ruta por el Vademembra, llevará a los turistas a sitios llenos de encanto como el Charco Azul, los antiguos puentes que lo cruzan, etc.

El Carnaval es la mejor época del año en la que viajar a Tarazona de la Mancha. En estos días el pueblo entero se lanza a la calle para celebrar la llegada de Don Carnal, con desfiles, verbenas, actuaciones… Cada año la localidad se llena de alegría con gente venida de todos los rincones del país.

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