Vall de Gallinera

Uno de los mayores atractivos para el turismo en Vall de Gallinera es el Poblado ibérico de Xarpolar, de los siglos IV-I a. C, situado en uno de los montes entre los valles de la Gallinera y de Alcalá. Fue descubierto en 1928 por F. Ponsell.

Este poblado ibérico está delimitado por restos de una muralla y se desconoce si alberga algo más ya que hasta la fecha no se ha realizado ninguna excavación para investigar más sobre su origen. En él se encontraron cerámicas de la época ibérica y cerámica griega de barniz negro.

Sin duda un lugar de gran atractivo si vas a visitar Vall de Gallinera, sobretodo para aquellos interesados en la historia y la arqueología.

Pero además, podrás conocer Vall de Gallinera a través de otros monumentos de gran importancia como son el Castillo de Benirrama, el Fuerte islámico ubicado en las alturas que dominan el Valle de Gallinera y las Ruinas del convento del siglo XVIII que se encuentran en las cercanías de Benitaia.

Estos tres monumentos son una parada obligatoria al viajar a Vall de Gallinera. Si bien es cierto que el municipio no cuenta con un amplio patrimonio, si son importantes los lugares que alberga como los anteriormente citados.

Otro de los alicientes para los viajes a Vall de Gallinera es la cocina. Son típicas de aquí las aceitunas aplastadas que se elaboran en casi todas las casas de forma natural. También son famosos los embutidos más tradicionales como la morcilla, la sopla, el salchichón de magro de cerdo y la sobrasada.

En cuanto a la repostería, hay que destacar los productos artesanales derivados de la cereza como son las cerezas en aguardiente, mermelada de cerezas... y la miel, muy presente en la mayoría de postres.

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