Viajar a Piñeres es viajar a la Asturias interior minera. El carbón ha sido la industrial tradicional de la localidad, que en encuentra en mitad de un paraje naturales de una belleza inigualable. Entre valles y montañas es un rincón en el que alejarse del mundanal ruido.
El turismo en Piñeres es eminentemente rural. Debido sobre todo a sus paisajes y la infinidad de actividades que se pueden llevar a cabo en su entorno, son muchos los viajeros y amantes del deporte que eligen la localidad para pasar unos días de vacaciones. Desde senderismo a escalada para los más atrevidos, pasando por las rutas en bici, el esquí, la pesca… las posibilidades son infinitas.
En sus alrededores el río Aller es el que ha definido el paisaje de la región, cavando profundas gargantas en la montaña. A la hora de hacer turismo en Piñeres y sus alrededores, un paseo por los cañones de Hoces del Pino y del Aller dejará al viajero con la boca abierta ante la majestuosidad de su paisaje.
Aquellos que no saben estarse quietos pueden subir hasta algunas de las cumbres más altas de la zona, como es el pico de Torres, la Peña Redonda o el Retriñón, entre otros. Si viajas durante los meses de invierno, la estación de esquí leonesa se encuentra a pocos kilómetros, ¿qué plan mejor después de visitar Piñeres que pasar un día esquiando en la nieve?
Una buena fecha para viajar a Piñeres es durante las fiestas en honor de la Inmaculada. A comienzos del mes de diciembre tienen lugar estas celebraciones en las que el pueblo entero se vuelca en sus tradiciones. Además de la tradicional procesión, hay desde juego para niños a carreras de burros, pasando por verbenas, castañada, pinchos, chocolatada, conciertos…
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