Viajar a Plasencia es hacerlo a la capital del Norte de Extremadura, conocida como la Perla del Norte o Perla del Valle. Forma parte de la Red de Cooperación de Ciudades en la Ruta de la Plata y es un destino turístico de gran fama en la región por su colección histórica y monumental. Su conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural es uno de los motivos por los que merece la pena visitar el municipio. Si queremos conocer Plasencia, el centro histórico es el lugar donde se celebran famosas festividades como su Semana Santa o la del Martes Mayor.
La mayoría del patrimonio histórico-artístico que se puede ver al visitar Plasencia se concentra en el centro, lugar en el que se sitúa la Plaza Mayor, el epicentro de la vida de la ciudad. Aquí es donde todos los años se celebra el primer martes de agosto la fiesta del Martes Mayor que atrae curiosos de las localidades cercanas. También se encuentra el Palacio Municipal del siglo XVI del que podremos disfrutar mientras paseamos por la plaza y nos paramos en sus numerosas cafeterías y bares de tapas para disfrutar de la gastronomía local.
El turismo en Plasencia se enfoca en deambular por sus calles y encontrarnos con sorpresas en cada esquina. La Catedral Vieja es una de ellas, revestida de piedra y con un color marrón característico y un estilo de transición del románico al gótico. Por otra parte vemos la Catedral Nueva, con una fachada impresionante de estilo renacentista.
La muralla que rodea al casco antiguo y data del siglo XII dará a nuestros viajes a Plasencia un toque de cultura medieval que nos transportará al pasado para observar cómo las ciudades defendían antaño a sus habitantes.