Arcos de la Frontera

Viajar a Arcos de la Frontera es visitar uno de los pueblos más bellos y emblemáticos de España. Es la entrada de la Ruta de los Pueblos Blancos y tiene el merecido título de Conjunto Histórico - Artístico. Los magníficos paisajes que se pueden observar desde los miradores son otro de los alicientes que convierten a Arcos de la Frontera en un destino turístico de primer orden en la Provincia de Cádiz. Asentado sobre una espectacular peña cortada que lo hace visible a kilómetros de distancia, es un pueblo que rememora con esplendor su herencia árabe. Resulta cómodo visitar Arcos de la Frontera desde arriba hacia abajo, dejándonos caer y descubriendo qué es lo que esconde cada rincón de sus paredes empedradas. La Basílica de Santa María, que destaca de entre las casas del pueblo, es un templo visigótico que se convirtió más tarde en mezquita y sus orígenes se remontan al reinado de Alfonso X el Sabio. Junto a la basílica encontramos, en la Plaza del Cabildo, el popular Parador y el Balcón de Arcos, al que podremos acceder a través de un arco blanco llegando a un impresionante mirador orientado hacia el histórico río Guadalete. Desde ahí, podemos conocer Arcos de la Frontera desde una perspectiva que nos hace ver la privilegiada posición que ocupa en la región. El turismo en Arcos de la Frontera se centra en callejear descubriendo rincones y mientras se degustan platos y tapas típicas del sur en sus variados y exquisitos restaurantes y bares. Algunos de los sitios que se pueden encontrar son el Palacio del Conde del Águila, con su imponente fachada, así como los jardines del Palacio del Mayorazgo. Como hemos podido apreciar, los viajes a Arcos de la Frontera se centran en su casco histórico, destacando la Iglesia de San Francisco como uno de los elementos históricos más característicos del pueblo.