Adentrándote en la Serranía de Cuenca vas a conocer Beteta, un pequeño pueblo de origen romano pero con una arquitectura serrana muy presente hoy en día en sus calles. Paseando por la Plaza Mayor o visitando el Castillo de Rocafría te darás cuenta de ello. Otro motivo que hará de tus viajes a Beteta una delicia es su entorno formado por la Hoz de Beteta, el espectacular cañón esculpido por el río Guadiela con rocas llamativas, rica vegetación y rutas de senderismo.Si vas a visitar Beteta, seguramente tengas planeada alguna que otra excursión por las cercanías. Si no es así, te recomendamos encarecidamente hacer alguna de sus rutas de senderismo por la Hoz de Beteta, un lugar muy popular entre los excursionistas y ciclistas de la zona. Pasearás por cuevas talladas cuidadosamente por la erosión del agua, como la de la Ramera, mientras que la Serranía de Cuenca es otro lugar a pocos kilómetros que atrae a muchas personas que deciden viajar a Beteta, ya que reúne auténticas maravillas naturales, como el antiguo balneario del Real Sitio de Solán de Cabras o la Laguna Grande de El Tobar, conocido por los ejemplares de fauna.Aunque gran parte del turismo en Beteta se dirige hacia el entorno natural, el pequeño pueblo esconde edificaciones de gran valor cultural. El edificio que domina el casco antiugo es el Castillo de Rocafría, original de la era islámica, pero es en el resto del pueblo donde se encuentran obras propias del estilo serrano.