Saltando de isla en isla llegamos a El Hierro y es casi obligado viajar a Valverde. Con sus poco más de 1.
800 habitantes descubriremos que no hay nada que le impida ser una magnífica capital para esta isla, diferenciándose del resto ya que es la única capital que no se encuentra en la costa. Se posa sobre un faldón a unos 700 metros de altura, lo que le otorga unas vistas privilegiadas.
El turismo en Valverde se encontrará de lleno con la peculiar realidad de la isla de El Hierro. Se trata de una localidad donde quien buscan tranquilidad y naturaleza no se verá decepcionado. Su arquitectura de casas bajas, sus calles empedradas y sus acogedores vecinos nos acercarán a una idea de vivir que parece que se nos está escapando en las grandes ciudades.
El isleño espíritu canario y su naturaleza se ven enriquecidos por los numerosos lugares de interés que hay en el municipio y que nos decidirán a viajar a Valverde. Uno de los mejores ejemplos se encuentra en pleno casco histórico: la Iglesia parroquial de Santa María de la Concepción, la cual data del siglo XVIII, y que cuenta con varias obras de valor en su interior. Fuera del entorno urbano encontraremos miradores como el de la Peña o el de Isora.
Uno de los principales atractivos para el turismo en Valverde son los pequeños pueblo y asentamientos que forman el municipio. Monacal, Erese, Guarazoca, San Andrés, Echedo, Isora, El Tamaduste y La Caleta. Todos ellos cuentan con una atmósfera característica y especial. Y por supuesto, no podemos dejar de visitar las playas de Tamaduste, Charco Manso y Puerto de la Estaca.
La localidad cuenta con el pequeño Aeropuerto de los Cangrejos con conexión diaria con Tenerife y Gran Canaria, así como con el Puerto de la Estaca que tiene conexión con el resto de las islas.