La Oliva

Antigua capital de la isla de Fuerteventura, viajar a La Oliva es casi como hacer un viaje en el tiempo. En ella se siente todavía ese aire colonial, de la gran ciudad que fue durante varios siglos.

Sus playas son de las más hermosas de la isla y son la razón de que el turismo en La Oliva haya crecido bastante. Lugares como las playas de El Corralejo o Cotillos invitan al viajero a descansar en su arena y disfrutar de sus aguas. Si eres de los que no saben estarse quietos, puedes probar con el windsurf o el kite, deportes estrellas de la zona.

Hacer turismo en Fuerteventura es casi como una clase intensiva de historia. Esta conserva hoy todavía muchos de los edificios de la administración del Gobierno de la época capitalina. Entre todos destaca especialmente la Casa de los Coroneles, que era la residencia de los gobernadores regionales de la isla. Se dice sobre ella que tenía 365 ventanas, aunque esto no es más que una leyenda sobre el poder que en ella había.

También puedes visitar en La Oliva otros lugares que hablan al viajero, como la Casa del Capellán, la Iglesia de la Candelaria –no te olvides de mirar hacia el techo, te sorprenderá su estilo mudéjar- y el Centro de Arte Canario Casa Mane.

Si estás preparando tu escapada, tienes que tener en cuenta que para viajar a La Oliva, lo manera más rápida es el avión. Puedes volar hasta el aeropuerto de Fuerteventura y desde allí desplazarte a la localidad. Si vas a explorar otros rincones de la isla, en el mismo terminal puedes alquilar un coche para moverte con libertad.

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