Panticosa es uno de los destinos por excelencia para practicar deportes de nieve de toda España. Cada invierno, miles de viajeros se acercan para descender por la espectacular Estación de Esquí de Panticosa y disfrutar de unos días de nieve en uno de los enclaves más bonitos del norte de nuestro país. Perteneciente a la provincia de Huesca, Panticosa se encuentra en los Pirineos, concretamente, en el Valle de Tena, un precioso enclave natural rodeado de glaciares y picos de 12.000 metros de altitud. Sus baños de aguas termales también son un motivo para los turistas que deciden viajar a Panticosa. Relajarse en sus aguas calientes después de una jornada en la nieve es un placer sin igual.Si eres amante del deporte y la naturaleza tienes que reservarte alguno de tus viajes a Panticosa. La estación de esquí perteneciente a la estación de Aramón Formigal-Panticosa es acogedora y familiar, situada en una atmósfera natural que regala a la vista paisajes idílicos. Con más de 147 pistas y más de 175 kilómetros de extensión, este conjunto de pistas despertarán tus ganas de visitar Panticosa. Pero no solo es un destino de invierno, conocer Panticosa en otra época del año es una experiencia viajera de belleza natural que se puede disfrutar realizando alguna de sus maravillosas rutas o visitando los glaciales de Ibon Sabocos o Ubon de Piedrafita.Para los amantes de la escalada, las paredes exteriores del Balneario de Panticosa son una elección segura, cada año viajeros escaladores de todo el mundo aprovechan su estancia para practicar este vertiginoso deporte.Lejos del entorno natural, se puede hacer turismo en Panticosa por el casco histórico, que cuenta con edificios de gran belleza y legado histórico junto con pintorescas casas montañesas. La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, construida en el siglo XVII se asienta sobre los restos de una iglesia románica en pleno centro del municipio, mientras que el Puente de Caldarés aún conserva su espíritu propio del siglo XVI.