Santiago de Compostela

Visitar Santiago de Compostela es hacerlo a una de las ciudades de peregrinaje cristiano más importantes del mundo. Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad y está repleto de grandes monasterios, palacios y casas de arquitectura típica gallega. La vida nocturna animada, junto con su variada oferta de ocio de teatros, conciertos y exhibiciones durante todo el año se debe a la gran cantidad de estudiantes que cursan sus estudios en la ciudad cada año. Las numerosas tabernas y restaurantes especializados en el famoso marisco harán que nuestros viajes a Santiago de Compostela sean una delicia para nuestro paladar.

El turismo en Santiago de Compostela se vio fuertemente alterado desde el descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago en el siglo IX. Desde entonces, la ciudad ha sido un lugar de peregrinaje con la Catedral de Santiago como objetivo final de los diversos caminos que llevan a sus puertas. Desde la Praza de Obradoiro podemos deleitarnos con la espectacular fachada barroca y sus icónicas torres. Algunos elementos se mantienen a lo largo de los siglos como el Pórtico de la Gloria y los grandes arcos del interior. Deambulando por las calles de alrededor encontramos otras joyas como el Hostal de los Reyes Católicos (hoy en día operando como parador) o la popular Praza de Praterías con su fuente de caballos. Sin duda, el monasterio de San Martín Pinario nos llamará la atención ya que es nada más y nada menos que el segundo monasterio más grande de España.

Si queremos conocer Santiago de Compostela podemos ir hasta la Zona Vieja y pasear por la Rúa do Vilar, una calle peatonal con abundantes edificios históricos, tiendas y zonas con pubs y terrazas muy populares entre los estudiantes.

Sin embargo, y a pesar de su rico patrimonio histórico, muchas personas deciden viajar a Santiago de Compostela por su gastronomía. El Mercado de Abastos (abierto dos veces a la semana) es el sitio perfecto para comprar el mejor marisco, carne gallega y pimientos de padrón traídos directamente desde la huerta.