Al norte de la isla de Lanzarote encontramos un destino perfecto, tan solo debemos viajar a Famara. Se trata de una zona montañosa de origen volcánico con presencia en los municipios de Teguise y Haría. Desde su cima, que tiene 670 metros de altitud, tenemos unas increíbles vistas de la Caleta de Famara.
Una vez estamos abajo, hacer turismo en Famara es un lujo que no tardaremos en descubrir. La orografía se encuentra de forma violenta con el mar por medio de un acantilado, pero en ese leve espacio intersticial entre la tierra y el agua se descubre de forma sutil un corredor formado por la Playa de la Caleta de Famara. Su fina arena tostada al más puro estilo canario se extiende por 6 km en los que el paisaje no deja en ningún momento de impresionarnos.
Si aún no te has decidido por viajar a Famara no tardarás mucho en hacerlo cuando descubras que se trata de uno de los mejores lugares en Canaria para practicar deportes como el surf, el bodyboard, el kitesurf o el windsurf. Son muchas la gente que se desplazan hasta esta playa para poder practicarlos ya que es muy usual ver el color rojo ondeando en las banderas.
Pese a ser muy frecuentada por el turismo en Famara, gracias a su gran extensión, es un lugar que nunca le parecerá masificado o lleno de gente. Podríamos decir que es un sitio donde el ser humano es capaz de darse cuenta de la escala de la naturaleza, muy acostumbrados a un entorno urbano hecho a nuestra medida, a veces es necesario salir y ver lo pequeño que somos.
Para los amantes de la arquitectura será una visita obligada el Mirador del Río, que se encuentra al norte de la zona montañosa. Obra del arquitecto y pintor tinerfeño César Manrique, desde donde se tiene unas maravillosas vistas de la isla de La Graciosa y del Archipiélago Chinijo.