Entre rocas, se encuentra esta pequeña zona de playa, que es una de las más hermosas de la isla. Viajar a Cala Blanca es refugiarte en un rinconcito de la isla de Menorca en el que disfrutar de unas aguas limpias y un arenal blanco.
Además el poblado vacacional que toma su nombre de la cala, está lleno de locales y restaurantes. Después de un día de playa, no hay nada mejor que probar algunos de los frutos de mar de la zona en sus bares. Los más marchosos cuentan también con pubs y discotecas en los que alargar la noche hasta casi el alba, pues Cala Blanca es de lo más animada.
El turismo en Cala Blanca es especialmente más intenso durante los meses de verano, pues es aquí cuando la urbanización del mismo nombre acoge a un mayor número de visitantes. Si eres de los que prefiere las playas más tranquilas, no dudes en conocer Cala Blanca durante la primavera, en esta época el tiempo es ya de lo más agradable y puedes disfrutar de la playa sin las masificaciones veraniegas.
Si quieres hacer un poco de turismo en Cala Blanca y sus alrededores, uno de los lugares cercanos más recomendables es Ciutadella. La capital de la isla tiene muchos lugares que ver y visitar, puede ser una muy buena opción si vas a pasar varios días en la zona o cuando el tiempo no acompaña.
También puedes visitar en Cala Blanca y sus entornos otras zonas de playas llenas de encanto. Cercanas a esta hay bastantes playas recogidas entre acantilados, en las que puedes pasar un divertido día de playa. Cala en Blanes, Cala’n Bosch, Cala en Blanes y Cala en Forcat, son las más cercanas a esta.
Para viajar a Cala Blanca, puedes utilizar el servicio de autobuses desde Ciutadella, que se encuentra a menos de cinco kilómetros de distancia, pero la regularidad de este fuera de los meses estivales es bastante flexible, por lo que una muy buena opción puede ser alquilar un vehículo.
