Caótica, ruidosa, con mucho tráfico y muchas aglomeraciones, la capital de la India, Nueva Delhi, es una de las ciudades más grandes del mundo y también de lo más agobiantes, pues cuenta con 20 millones de habitantes. Aun así, destino obligatorio por su gran patrimonio histórico que abarca opulentas tumbas, fortalezas, templos e impresionantes ruinas de la época mongol, así como por su cercanía al Taj Mahal. Moderna y tradicional a la vez, en tus viajes a Nueva Delhi podrás disfrutar de la zona financiera, repleta de rascacielos, y de la zona más histórica, repleta de balcones tallados, talleres tradicionales y reliquias de la época colonial.
El turismo en Nueva Delhi se concentra alrededor del Viejo Delhi, un laberinto de casas históricas y callejones repletos de puestos de comida, rickshaws y mercados como el de Khari Baoli o el de Chandi Chowk, donde el arte del regateo no tiene límites.
Sede de las dinastías más poderosas del norte de India, goza de un patrimonio histórico enorme. Al visitar la imponente Fortaleza Roja, junto con la tumba de Humayun, testimonio del poder del imperio mongol, así como el famoso Qutab Minar, reconocido como Patrimonio de la Humanidad, te permitirán conocer Nueva Delhi y su intensa historia.
Al visitar Nueva Delhi te sumerges en una ciudad completamente multicultural, donde se refleja la diversidad religiosa de la India. Tiene mezquitas históricas como el Jama Masjid así como templos hindús, que van desde pequeños santuarios hasta la opulencia sobrecogedora de los templos más emblemáticos como el de Akshardham.
Además, al viajar a Nueva Delhi, podrás disfrutar de la gran variedad de ocio que ofertan sus bares, discotecas del Connaught Place o restaurantes, donde poder probar los míticos platos indios como el pollo con mantequilla.