Esta pequeña ciudad portuguesa que puedes encontrar en la región Norte tiene mucho que ofrecer. Cuando viajes a Guimarães no dudes en empaparte de su historia y tradiciones.
D. Alfonso mandó construir el Pazo de los duques de Braganza. Data del siglo XV. Es sin duda, el foco más atractivo para el turismo en Guimarães. Ejemplo perfecto de la arquitectura de la Europea Septentrional, en el siglo XIX pasó a ser un cuartel.
A mediados del siglo XX, según relatan las guías de información turística de Guimarães, se convirtió en un museo tras una complicada restauración.
Alberga varias colecciones y con ellas se puede conocer Guimarães y parte de la historia de Portugal. Sus obras relatan el paso de los habitantes lusos por el Norte de África, los Descubrimientos coloniales, etc.
Otro de los monumentos más emblemáticos es el castillo. Hoy en día es un monasterio pero al visitar Guimarães, no podrás obviar la imperturbable estampa de un castillo que durante siglos ha servido de protección a la comunidad cristiana que moraba tras sus muros.
Para los amantes del arte secular, no deben dejar de ver el convento de San Antonio de los Capuchinos, si deciden viajar a Guimarães. Como viene siendo tradición, no está de más que hagas una parada en la Plaza de Santiago, en ella se congregan los lugareños para compartir vivencias. Es el centro de actividad social y está muy concurrida en los momentos de ocio.
Durante la primera semana de agosto se celebran las fiestas más importantes de la ciudad. Miles de turistas deciden buscar viajes baratos Guimarães. Las Gualterianas, que así se le conocen, conmemoran el nombre de San Gualter, patrono de la ciudad.
Otra de las ofertas para viajar a Guimarães reside en la gastronomía. Son muy habituales los arroces con pollo. También el bucho relleno, las papas o arroz de sarrabulho, todo, regado con un buen vino verde de la región.