Bañada por el río Duero y el océano Atlántico, Oporto es la segunda ciudad más grande de Portugal y es famosa entre otras cosas por la Ribeira, su casco histórico Patrimonio de la Humanidad, una pintoresca zona de estrechas calles y edificios históricos con fachadas de azulejos de colores vivos. Al visitar Oporto contemplaremos una ciudad que en los últimos años ha sufrido una profunda transformación, pasando de ser una urbe industrial decadente a posicionarse como un destino emergente. Sus bajos precios, la gran cantidad de patrimonio, sus famosos vinos y bodegas como las de Vila Nova de Gaia y el entorno que lo rodea hacen que viajar a Oporto sea todo un acierto para el turista.
Para conocer Oporto una gran opción es pasear a través del barrio de Ribeira, una zona medieval de casas señoriales decoradas con azulejos azules y blancos. En esta parte de la ciudad veremos la Catedral de Oporto, barroca y gótica, famosa por su impresionante claustro y altar de plata. También llamará la atención del viajero la Torre de los Clérigos, de 75 metros y a la cual podemos acceder para disfrutar de unas espectaculares vistas de la ciudad, y accediendo al Palacio da Bolsa veremos sus salones inspirados en la famosa Alhambra.
En nuestros viajes a Oporto tendremos la opción de acercarnos a Vila Nova da Gaia, un municipio al sur del Duero donde son visitables las famosas bodegas de Oporto. Algunas como las Ramos Pinto son centenarias y en su interior es posible hacer una degustación y visitar las cuevas. Otra actividad relacionada con el arte vinícola es dar un paseo por el río Duero en un “rabelo”, un barco tradicional usado para transportar vino.
El turismo en Oporto también está pensado para los amantes del arte y la cultura. Muestra de ello es el Museo Serralves, que alberga elementos de arte contemporáneo rodeado de espectaculares jardines, y la Casa da Música, una impresionante sala de conciertos con un diseño innovador que llamará la atención de los curiosos